Las redes sociales que conocimos hace más de 10 años se han transformado tanto que casi podemos decir que han dejado de existir. Lo que una vez fue un espacio donde compartíamos nuestra vida con amigos, y donde el contenido que veíamos estaba determinado por nuestro círculo social y las cuentas que seguíamos, ha dejado de existir. Todas estas plataformas se han convertido en un ecosistema dominado por algoritmos que priorizan la relevancia del contenido sobre las conexiones personales. Este cambio simplemente ha transformado la forma en que interactuamos en estas plataformas, donde ya no se trata de mantenerse en contacto con amigos y familiares, sino de consumir contenido que los algoritmos consideran más atractivo, independientemente de su origen. La lucha por destacar entre el contenido de entretenimiento ha provocado una disminución en las publicaciones personales, transformando las redes sociales en plataformas centradas en el entretenimiento en lugar de en la conexión social.
Más allá del aspecto personal, esto también ha influido en la manera en que las marcas y empresas crean sus estrategias de contenido en el ámbito digital. En el pasado, si querías estar al tanto de una marca o persona, solo tienes que seguirla por lo que la estrategia de contenido en redes sociales era simple, debías crear contenido para tus seguidores sin preocuparte por qué tan relevante era para ellos. Sin embargo, desde la llegada de plataformas como TikTok, este paradigma ha cambiado drásticamente. Ahora, el contenido que consumimos está determinado más por lo que el algoritmo cree que es relevante para nosotros que por las cuentas que seguimos. Esto se traduce en un feed cada vez más saturado de contenido de cuentas que no seguimos, pero que de alguna manera captan nuestra atención. Este cambio es particularmente notable en los formatos de videos cortos como TikTok, YouTube Shorts y Reels de Instagram. Estas plataformas son ahora las principales herramientas para descubrir nuevo contenido, dejando a un segundo plano la relevancia de los seguidores
El concepto de "seguir" una cuenta ha perdido gran parte de su significado. En 2019, si hacías un buen trabajo en redes sociales, menos del 10% de tus seguidores veían tu contenido. Hoy, ese porcentaje ha disminuido aún más. Para las marcas que han invertido años en acumular seguidores, la realidad actual de las redes sociales es una mala noticia, puesto que su capacidad para conectar con su audiencia de manera orgánica se ha reducido drásticamente Pero no todo es negativo. Este nuevo escenario también ofrece oportunidades, especialmente para marcas pequeñas o individuos con menos recursos. Con contenido de calidad y bien dirigido, es posible alcanzar una audiencia amplia sin necesidad de tener una gran cantidad de seguidores.
Muchas empresas y marcas siguen aferrándose a estrategias de marketing digital del 2014 y siguen midiendo el éxito en términos de seguidores o "me gusta". El éxito en las redes sociales de hoy depende de entender profundamente a tu audiencia y generar contenido que resuene con ellos. Esto implica volver a lo básico: identificar qué es relevante para tu audiencia, cuáles son sus intereses y cómo consumen contenido. Para algunas marcas esto puede ser una mala noticia ya que el mensaje que quieren transmitir no necesariamente es el mismo en el que su audiencia potencial podría estar interesada.
A inicio de agosto, Adam Mosseri, el CEO de Instagram anunció la decisión de priorizar “vistas” como métrica principal para medir rendimiento del contenido, lo cual simplemente es un reflejo de cómo las redes sociales siguen evolucionando hacia un enfoque más centrado en relevancia e impacto en lugar de la acumulación de seguidores. Las plataformas digitales como Facebook, Instagram, TikTok y Twitter ( ahora X ) están enfocándose en métricas que miden la capacidad del contenido para resonar y retener la atención del público, independientemente de quién lo publique. Las audiencias están en constante cambio, y las estrategias deben evolucionar con ellas. Ya no es suficiente crear contenido para tus seguidores; ahora, se trata de crear contenido que atraiga a una audiencia más amplia y que pueda ser descubierto por cualquier persona interesada en el tema.
Un aspecto clave de este cambio y que poco está en la mira de las empresas es cómo las redes sociales están siendo utilizadas como motores de búsqueda, especialmente por la generación Z. Plataformas como TikTok no solo sirven para entretenimiento, sino también para buscar información. Las marcas deben enfocarse en crear contenido “evergreen” y optimizado para búsquedas dentro de estas plataformas. En el modelo tradicional, la creación de contenido se centraba en lo efímero y actual: tendencias, noticias del momento. Sin embargo, con la evolución de las redes sociales hacia motores de búsqueda, las marcas deben cambiar su enfoque y producir contenido "evergreen", es decir, que mantenga su relevancia y valor a lo largo del tiempo, incluso meses después de su publicación.
Aunque pueda sonar nostálgico, las redes sociales tal como las conocíamos han muerto. Aquellos días en los que lo importante era lo que publicaban nuestros amigos y familiares cercanos han quedado atrás. El concepto de seguidores ha perdido relevancia y las estrategias de contenido deben adaptarse a una nueva realidad dominada por algoritmos y la búsqueda de relevancia. Las marcas y empresas que no ajusten sus estrategias están destinadas a quedarse atrás en este nuevo ecosistema digital.
El panorama digital ha cambiado radicalmente. Las redes sociales ya no son solo un espacio para conectar con amigos, sino un campo de batalla por la atención del usuario, donde la relevancia y el valor del contenido son las nuevas monedas de cambio. Las marcas que se aferran a las viejas métricas y estrategias están destinadas a dejar de ser relevantes. Esta transformación es una oportunidad para reinventarse y sobre todo para conectar de forma más profunda con sus audiencias.